martes, 1 de septiembre de 2009

LEYENDA DE MONICA

Mónica es una historia que cumple con la característica principal de la leyenda urbana: es imprecisa respecto a los personajes (un hombre, una mujer, le pasó al amigo de un amigo), ocurrió en el pasado reciente (”no sé cuando”) y es sobretodo una historia fantástica.
Siempre que me hablaron de Mónica, era indesligable etiquetarla como una historia local, arequipeña de principio a fín; tanto en el relato popular como en la película (el público tiene el plus de reconocer los escenarios en pantalla: el Club Internacional o la calle San Francisco) en esta aún pequeña ciudad puedes conocer a tal o cual actor secundario: el tipo de la barra, la gente en tal puerta o el tuno de aquella escena.

DUENDES AREQUIPEÑOS

Muchas veces habrá oído hablar de los duendes dice que son pequeños hombrecitos de menudas proporciones, tienen una barba larga y a veces llevan un sombrero grande.
Se dice del origen de los duendes son de aquellos niños que mueren sin ser bautizados o los fetos que fueron abortados y echados al río, también dicen que las mujeres que tenían relaciones fuera del matrimonio orinan duendes, para prevenir que niños fallecidos se conviertan en duendes es hacer un señal de la cruz con agua bendita y Juego enterrarlo junto al pequeño, la cruz también bendecida.
Los adultos no pueden ver a los duendes ya que estos son invisibles ante los ojos del adulto impuro, y visibles para los niños puros.
Son pequeños seres traviesos, se divierten con los humanos, haciéndoles bromas de toda clase, ellos se esconden bajo las camas y los pesados muebles y en los cuartos oscuros, viven en los lagos que han sido engendrados en callejones oscuros, en los zaguanes mal iluminados o en la tibia intimidad de los maizales. Ellos hacen un sin fin de cosas, tocan el cuerpo de las personas y se esconden y agarran cualquier objeto y los ponen en cualquier lugar, anudan las piernas de los pantalones, también ocultan tesoros y saben dónde encontrar el Oro.

EL DIABLO DE LA CATEDRAL


No es el título de una novela o de una leyenda. Satanás, en bulto, con cuernos y cuerpo de serpiente está nada menos que en la nave central de la Catedral de Arequipa, constituyendo el único lugar en el mundo en el que una escultura del Diablo esté en el interior de un templo.


Satanás, en bulto, con cuernos y cuerpo de serpiente está nada menos que en la nave central de la Catedral de Arequipa, constituyendo el único lugar en el mundo en el que una escultura del Diablo esté en el interior de un templo.

LAS PELEAS DE TOROS

Las peleas de toros en Arequipa constituyen un aspecto esencial de la personalidad folklórica de este pueblo amante deltrabajo, sensible a las manifestaciones artísticas y de rebelde espíritu ante las injusticias. En el fondo se trata de una fiesta popular que altera la monotonía de lo cotidiano y que además sirve para volcar refrenados sentimientos de identificación con el coraje.
Las peleas de toros de la llamada Ciudad Blanca por haber sido el sillar, espuma de la lava volcánica, la materia prima de las edificaciones de sus casonas, templos y conventos, son únicas en el mundo, aunque esta verdad no influye mayormente en el espíritu de quienes se deleitan con su realización, sirven sin embargo de un gran estímulo para cada día mejorar sus programaciones.

LAS PELEAS DE GALLOS






La afición a los gallos de pelea es tan popular como antigua. Esta afición se remontaría, según datos, al año 1283 a.C. Se cuenta que Alejandro Magno hacia apreciar a sus tropas una lid de gallos antes de ir a la guerra, como una arenga para que no desmayen en sus propósitos y que había que luchar y nunca rendirse.

MIRADOR DE YANAHUARA

A 2 km del centro de la ciudad. encontramos la plaza de Yanahuara y su hermoso mirador, de donde se puede apreciar casi la totalidad de la ciudad hacia la parte sur. La Iglesia San Juan Bautista, construida en 1750), está localizada frente a la simática plaza de arquitectura Barroca, es una hermosa iglesia en donde destaca la imagen de la Virgen del Rosario.

El mirador de Yanahuara fue construido en el siglo 19. y una serie de arcos en sillar (material típico de la zona), en los que podemos leer talladas las palabras de ilustres arequipeños y de donde se pueden ver toda la ciudad y el imponente Misti... apreciándose mejor aún si el cielo está despejado.